Polarizados y aturdidos

Bienvenidx a otro año electoral

No pretende ser este un sesudo artículo sobre los vínculos entre la información, la desinformación, la mediatización, las redes sociales, los estados de ánimo sociales, la polarización, los partidos… Es más bien un espacio de pregunta(s).

En tiempos donde pareciera que todos los cañones del sistema promueven la toma de posturas a través de herramientas que invitan a “cantar la posta” de todo, todo el tiempo, bienvenido sea sembrar, visibilizar y asumir más dudas que certezas. Tenemos algunas, de todos modos. 

Existe la polarización y existe el hastío, particularidades extendidas a porciones significativas de la sociedad, que quizás no sean novedad y que casi seguro se repetirán en próximas elecciones, pero que con el correr de los años van ganando líneas en el humor social de forma sostenida. Signo de época, probablemente.

Seguramente los equipos de campaña y los medios y comunicadorxs que complementan y asumen ese rol, ya deben haber contemplado esto a la hora de diseñar planes para los próximos meses. A la polarización y al hastío también se les puede sacar rédito. 

¿Es justo decir que cada vez más personas sienten cierto hastío? Quizás sí. O no. No sabemos. Mejor contanos vos. ¿Te encontrás en esa bolsa? Si te reconocés en estas sensaciones, ¿dirías que son momentáneas o permanentes? ¿Creés que fue creciendo a partir del mayor uso de redes sociales? ¿Cómo juega la desinformación? 

Y respecto de la polarización, ¿qué te pasa? ¿cómo y cuánto te atraviesa? ¿la reconocés? ¿te importa?

Las redes sociales, como territorio de narrativas y conversación pública, son centrales en esta era de la humanidad. Lejos están de ser el único lugar donde sucede el debate público, pero ganan influencia en el humor, la agenda, las decisiones, los consumos. (Se nos escapó una certeza, perdón).

¿Qué hacemos con ese diagnóstico? Bah, primero: ¿es preciso ese diagnóstico?

Otro año electoral nos enfrenta a todas estas dudas y algunas pequeñas certezas.

Lo que fue

Algunas cuestiones sobre el pasado.

Si existía la polarización no es una pregunta que valga la pena hacerse, por obvia su respuesta. Sí, existía y se manifestaba de formas más o menos violentas según cada período histórico. Lo mismo con el hastío y su tendencia a pendular con mayor intensidad. 

Pero hay otra pregunta que nos surge en este año electoral. Antes del big data, la segmentación, la inteligencia artificial, las audiencias y los formatos 360, ¿cómo le hablaba la clase política al pueblo? ¿Existía una segmentación clara, con posibilidades de ser escalada considerablemente? 

Por otro lado, ¿las campañas políticas siempre buscaron hablarle a lxs jóvenes? ¿O esa necesidad fue creada y vehiculizada a partir de la aparición de Internet? La posibilidad de poder armar un mensaje para cuanto grupo se quiera definir y segregar, ¿aportó más claridad o más confusión? Si es que hoy las juventudes están en las redes sociales, ¿dónde estaban antes? ¿Al resto de las franjas etáreas no se les habla en Internet? ¿Todxs los que estamos en Internet somos iguales? ¿A todxs nos interpela el mismo mensaje? ¿La desinformación era mayor o menor antes de las redes sociales?

Lo que es

¿Estamos a las puertas de una nueva campaña donde algún asesor / asesora convenza al candidato / candidata sub-80 de la necesidad y conveniencia de “hablarle a las juventudes” y suceda el ridículo? ¿Será en Tik Tok? ¿Cuántos memes nos dejará esta campaña? Porque siempre hay que venir a las redes a hablarle a lxs jóvenes, ¿no?

Alguien, en algún momento que no podemos precisar, plantó esa semilla que germinó como falacia. En las redes sociales hay jóvenes, infancias, viejas, blancos, negros, inmigrantes, inquilinas, nativos, jugadoras de bridge, trapecistas, personas sis, delincuentes, cocineros, desarrolladoras textiles, gamers, jubiladxs, militantes, católicas, conspiranoides, trans, desinteresados… Es como una heladería de moda: hay para todos los gustos.

Más allá de la humorada (mala), ¿cuánto pesa la targetización en tu burbuja? ¿Cuán grande es tu burbuja? La mía, la suya, la de aquel. La de todxs. Cada uno carga con una burbuja. Más grande, más pequeña, más turbia, más transparente. ¿Será pincharla el primer desafío de este año electoral? O, por empezar, limpiarla un poco, hacerla más transparente. ¿La targetización también será protagonista esta vuelta? No tenemos la certeza, pero sí la intuición.

Lo que será

¿Cómo serán las campañas del futuro? Si tenemos interrogantes hoy, imaginate mañana. El metaverso (¿vivo?), la inteligencia artificial y tecnologías que aún no conocemos ni a través de la literatura fantástica, nos aguardan pacientes y amenazan con cambiarlo todo. ¿O la tendencia será inversa? ¿Qué se viene? Ni idea. Ya habrá tiempo para escribir sobre ello. Aunque probablemente no puedas saber si lo escribimos nosotros o algún robot símil a ChatGPT.

Autor: Facundo Bianco, Director de Comunicación, Faro Digital.