La deconstrucción como etapa histórica incluye el mundo digital
LA DECONSTRUCCIÓN COMO ETAPA HISTÓRICA INCLUYE EL MUNDO DIGITAL
El ámbito web, entendido como espacio público de gran importancia en las sociedades modernas, cuenta con valores, conductas, patrones, fenómenos, conflictos y demás características que aporta la pulsión humana.
Como cualquier espacio, pero con ciertas particularidades.
En internet no solo hay algoritmos –muchos, y cada vez más sofisticados-, sino que hay (sobre todo) millones de seres humanos conectados, disponiendo del espacio con distintos fines. Viviéndolo, a fin de cuentas. Y es allí, en la interacción entre personas conectadas, donde se crean climas y normas de uso que pueden convertir al espacio digital en un lugar agradable, creativo y entretenido, o en un infierno programado.
Lo cierto es que con el correr de los años, desde la instalación de la conectividad como un hecho medianamente global, la cosa ha ido evolucionando… o involucionando. O ambas, para ser justos.
La mujer, como género históricamente afectado de forma social, política y cultural, ha comenzado una revolución global promediando la segunda década del siglo XXI. A la masa popular que copa las calles con frecuencia y en lucha por sus derechos más básicos, se suma una incesante militancia online, con los objetivos primarios de crear sentido, formar comunidad y ganar espacio en la agenda multimediática.
el fin último es lograr la ampliación de derechos que les corresponde y aún les es negada.
Violencias digitales
Pero enfocándonos puntualmente en la mujer y su participación en internet, se encuentra librando una batalla significativa para cortar de raíz con la violencia de género en sus diversos formatos. La marea femenina que interpela a los hombres en el plano social también debe hacerlo en el digital. En las redes sociales se persigue, se acosa y se agrede a mujeres, como en la calle.
Por eso la deconstrucción se impone como una necesidad urgente, para lograr un clima más ameno en internet, buscando igualdad y respeto para ellas.
Sobre todo para las nuevas generaciones, la fusión entre el mundo online y el mundo offline es una realidad inapelable. Un solo mundo, entonces, donde se mezclan distintas formas de vivirlo. Por eso, la lucha por la deconstrucción no debe dejar de lado el aspecto digital, y es necesario que nos hagamos cargo de no minimizar ni soslayar lo que allí sucede. Porque no hay más “allí”. Es “acá”.
La violencia contra las mujeres es violencia contra las mujeres, sin que importe el ámbito, la forma o la relación que con ellas se tenga. También en internet.
Por Facundo Bianco